Planificación de clases

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domingo, 6 de julio de 2008

Entrega del 4to. reporte: Dialéctica en el período contemporáneo

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4 comentarios:

Majo dijo...

“Solo en los correlativos existe la dialéctica”
Aristóteles en “Analíticos” habla de que existen cuatro formas de oposición, por ser correlativos, un termino de cada par respecto del otro, como por ejemplo ”polo norte y polo sur”; los contrarios como “ser y no ser”; los privativos, como “la ceguera y la vista”; y en ultimo lugar por ser unos positivos frente a otros negativos.
Para Hegel solo en los términos correlativos es que se da la dialéctica. Pues bien, solo en la oposición se hacen los términos.
Hegel habla de que existe una oposición absoluta en “Fragmento de Sistema”, y lo dice de esa manera porque precisamente todo es una relación de “contrarios”, por ejemplo en la relación del sujeto con todo lo que no es sujeto, que vendría a ser para él, el objeto. Solo el objeto es y se determina como tal en tanto que el sujeto lo descubra y lo haga, a su vez el sujeto esta sujeto a la existencia de ese objeto que también lo determina y le da su propia existencia.
En esa relación se da la Dialéctica pues cada uno va haciéndose o concreciendo, creciendo con el otro, o haciéndose por y para el otro, como en las relaciones amorosas, en donde cada uno es un Yo, pero también es un No-Yo, y se da la relación de opuestos, pues son entes distintos sujetos a la diferencia corpórea, y la propiedad de cada uno, aunque exista un nexo sentimental, que desee a toda costa romper la escisión que los separa del otro.
Cada uno es una Unidad, pero también es una No-Unidad al mismo tiempo, pues el sujeto que es conciente de la relación, es una unidad en si, pero el objeto o el ser amado es una no-unidad o para si de la conciencia, pues es el No- Yo, aunque también es una unidad en si, es la otreidad.
La verdadera Dialéctica solo se da en la unidad absoluta. “Unidad de la unidad y de la no- unidad”. Que en el amor, para Hegel, solo dura un instante, cuando se da el acto de amor, al juntarse el germen, o semilla creadora de las partes, pero cuando se forma una tercera persona se rompe esa unidad, aunque en esa tercera persona queda parte de la unidad de los amantes, que es el amor.
La dialéctica es la unidad absoluta entre el ser y la nada, la dialéctica es la nada.

Maria Jose Barazarte

gloryyyyy dijo...

Universidad Central de Venezuela
Facultad de Humanidades y Educación
Escuela de Filosofía
Seminario: Historiografía de la Dialéctica


Noción de dialéctica en Hegel
En la época contemporánea la dialéctica se da a conocer generalmente en la oposición de los términos, que en Hegel se va a entender como una unidad que se desdobla. A diferencia de Aristóteles, que propone una lógica basada en la identidad, Hegel propone una lógica dialéctica.
La lógica hegeliana va a estar compuesta por tres elementos muy importantes que serán: el ser, la nada y el devenir. El Ser absolutamente indeterminado no dice nada, ya que para decir algo debe tener al menos una determinación. La nada será la esencia del ser, esto se debe a que la nada es una determinación que permite decir cual es el opuesto del ser, esto es lo que Hegel llama “el desdoblamiento del ser” y se considerara como un carácter negativo, de esto se puede decir que, la esencia del ser es su negatividad.
El principio de la negatividad es lo que mueve al concepto a crearse sus propias determinaciones, y la estructura de la esencia es la oposición. El objeto de la filosofía va a ser el concepto de lo determinado y estos serán los términos íntimamente ligados el uno con la negativa del otro. En conclusión se puede decir de una manera muy amplia que para Hegel los opuestos dialécticos no son dos, más bien es uno desdoblado.

Glorymar Hernández
C.I 18899045

Gustavo Adolfo Vera Salguero: dijo...

Entrega del cuarto reporte.
La Dialéctica en el periodo contemporáneo de la filosofía.
Gustavo Adolfo Vera S.

Sintiéndome absolutamente impedido de alzar cualquier material de escritura para emitir, por así decirlo, opinión, sobre filósofos de nuestro tiempo (en este caso Gadamer), con respecto a la dialéctica; y a su vez, sin deseos de dejar de hacer algo en este espacio, he escrito un poco sobre nuestro tema, referente a Inmanuel Kant.

Si en Hobbes la dialéctica se convertía en mera retórica, que marcaba una sentida diferencia con la misma noción en el periodo medieval, en Kant, ella ha de transformarse en “lógica de la ilusión”. Es decir, utilizar la lógica general, sus leyes (las formas lógicas del juicio), para de alguna manera, tratar de agregar contenido de conocimiento, o lo que es igual, pretender decir a través de la mera forma que ha de revestir la verdad de este o aquel conocimiento judicativo, cual ha de ser el dato otorgado por el mundo. Kant entendía por lógica general lo que “abstrae…de todo contenido del conocimiento, esto es, de toda relación de éste último con el objeto. Sólo considerada la forma lógica de la relación que guardan entre sí los conocimientos, es decir, la forma del pensamiento en general.”( Kant, Inmanuel. Crítica de la Razón Pura -Prólogo, Traducción, Notas e Índices de Pedro Ribas- México. Taurus. p. 95. A 55). Y él mismo, establece la diferencia de esa lógica con la “lógica trascendental”, como bien le llama.

“Semejante ciencia, que determinaría el origen, la amplitud y la validez objetiva de esos conocimientos, tendría que llamarse lógica trascendental, ya que sólo se ocupa de las leyes del entendimiento y de la razón, si bien únicamente en la medida en que tales leyes se refieren a objetos a priori, a diferencia de lo que hace la lógica general, que se refiere indistintamente a conocimientos racionales, tanto empíricos como puros.”(Ibid. p. 97. A 57)

Con ello la diferencia queda marcada, en el a priori exclusivo de las leyes que busca la lógica trascendental, con respecto a la general, que han de ser según Kant, condiciones de los objetos mismos del sujeto.

Siendo esto así, la dialéctica kantiana se ubica en el uso abusivo de tales leyes, obtenidas por la lógica general, siendo la relación que fundamente dichas formas del juicio, las categorías mismas conseguidas en la investigación trascendental, hallada en el entendimiento y la razón. De manera que con ellas, se pretendía decir algo, con veracidad y a priori, sobre los datos mismos del mundo de la experiencia, o en otras palabras, la materia del conocimiento. Así nos lo expresa él mismo.

“No obstante, hay algo tan tentador en la posesión de este arte ficticio que suministra a todos nuestros conocimientos la forma del entendimiento, a pesar de ser quizá muy pobre y vacío su contenido, que aquella lógica general, que constituye simplemente un canon destinado a enjuiciar, es empleado como organon destinado a la producción efectiva, al menos en apariencia, de afirmaciones objetivas. Con lo cual se comete, de hecho, un abuso. Empleada de esta forma, como pretendido organon, la lógica general recibe el nombre de dialéctica.”(Ibid. p.99. B 85).

Con esto valdría decir, que la dialéctica kantiana no se distingue por mucho de la retórica, en tanto que esta última, buscando con absoluta prioridad el convencimiento o persuasión de los demás, ignora por completo la verdad del conocimiento, o mejor, la utiliza, de ser el caso, bajo intereses ajenos a la obtención de la misma. Para lograr su propósito (el de la retórica) se escuda tras el lenguaje. Ha de ser en dicho uso retórico del lenguaje, donde se encuentren posiblemente, los excesos o abusos de las formas lógicas del juicio, es decir, la dialéctica kantiana. Mas no en todas las proposiciones retóricas, se hallarán dichos abusos; puesto que muchos argumentos convincentes y ficticios, pueden estar construidos con un correcto arreglo a las mencionadas leyes y ser falsos, por no tener un referente empírico, entre otros casos que quizá tengan lugar.

Thaelman dijo...

Dialéctica e Historia en Hegel

El esfuerzo hecho por Hegel para crear un modelo que alcance unos niveles de abstracción absolutos, y en parte que lo haya logrado, lo coloca entre los más grandes filósofos de nuestro tiempo, y también uno de los más difíciles. La dialéctica se convierte en una forma de interpretar el mundo, la existencia, lo real. De esta manera podemos, entonces, procurar alcanzar el espíritu de prácticamente todo; y especialmente, el de la historia de los pueblos. El desarrollo absolutamente abstracto de la dialéctica en la fenomenología del espíritu encuentra su realización material, real, en las lecciones de la filosofía de la historia universal. Es mi opinión que esta segunda obra sirve de explicación, de facilitación, de la primera; y además, es el ejemplo fundamental, es la dialéctica de la fenomenología hecha realidad en la historia.
La pregunta sería, lógicamente, ¿quién es el espíritu universal? Mi lectura me ha llevado a pensar que de una forma o de otra termina siendo Dios; teniendo, entonces, la dialéctica hegeliana en la historia un toque de calvinismo. Sin embargo, tratando de hacer al espíritu universal un ente material, empírico, yo lo haría en palabras de Rousseau, y lo llamaría la voluntad general. Con esto me arriesgo a interpretar demasiado, pero como estudiante levemente iniciado en estos temas, trato de trazar cabos, encontrar conexiones, y descubrir el discurso entre líneas de los autores, viendo entonces que influencia se puede encontrar de textos y filósofos del pasado. El espíritu universal se desarrolla, alcanza la autoconciencia, se determina así misma, a través de la dialéctica. A primera vista parece que los grandes líderes, los héroes y los tiranos son los sujetos de ésta dialéctica universal, pero Hegel advierte que:
“Estos son los grandes hombres de la historia, los que se proponen fines particulares que contienen lo sustancial, la voluntad del espíritu universal. Este contenido es su verdadero poder y reside en el instinto universal inconciente del hombre. Los grandes hombres se sienten interiormente impulsados, y este instinto es el apoyo que tienen contra aquellos que emprenden el cumplimiento de tal fin en su interés. Los pueblos se reúnen en torno a la bandera de esos hombres que muestran y realizan lo que es su propio impulso inmanente.” (Lecciones sobre la Filosofía de la Historia Universal p. 86)
Es decir que los héroes son el objeto de la dialéctica universal; ellos están presos en la corriente de la historia; son los individuos que llevan a cabo, que realizan la voluntad de la autoconciencia del espíritu; pero no es propiamente su voluntad en tanto individuos aislados, sino como parte inseparable de una comunidad de hombres y de su historia.
En fin, es la historia el campo de la realización del espíritu universal, es el lugar en el que la dialéctica se desarrolla en todo momento, y determina la evolución y el progreso de la historia de la humanidad. La dialéctica resulta ser un modelo para estudiar, comprender y razonar sobre la historia. Esto es algo en lo que Hegel va a insistir en el capítulo 1 de sus lecciones sobre la filosofía de la historia, en la necesidad de observar a la historia como un cuerpo racional y que debe ser aprehendido racionalmente; esto es, a través de la dialéctica.

Thaelman L. Urgelles
CI: 17587921