Planificación de clases

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lunes, 23 de junio de 2008

Entrega del 3er. reporte: Dialéctica en el período moderno

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6 comentarios:

gloryyyyy dijo...

entrega del tercer reporte
Glorymar Hernández
http://www.zshare.net/download/14217800c2fce5ab/

Thaelman dijo...

¿Dialéctica en Hobbes?

Se ha hablado del papel que Hobbes le concede a la retórica en la política. Se ha hablado también que la retórica está, de alguna manera, asociada a la dialéctica en la antigüedad. Podemos decir que ambos conceptos hacen referencia al lenguaje, a la palabra, en el sentido de que, de una forma o de otra, estamos moviéndonos en el campo del convencimiento. La diferencia fundamental que hemos notado ya desde Platón, es que la retórica es un discurso que busca convencer con argumentos, independientemente de su veracidad, mientras que el fin de la dialéctica es el conocimiento o la verdad. En fin, hemos entendido previamente a Hobbes, que la dialéctica es un método para escudriñar y desarrollar un problema hasta alcanzar un juicio cercano a la verdad. Lo diferenciamos de la retórica porque ésta, más bien, se refiere a un arte de subterfugio.
En Hobbes vamos a encontrar un desarrollo de lo que la retórica es en el mundo de la política. Es el uso de la palabra como método persuasivo para granjearse el apoyo de las masas. Este apoyo no tiene otro fin que la toma del poder político. No es necesario explicar por qué el apoyo de las masas es necesario para alcanzar este objetivo, ya que la aprobación por parte de la voluntad general a un líder retórico es lo que le dará la fuerza para hacerse con el poder del Estado. En este sentido la visión de Hobbes sobre el ser humano es semejante a la de Maquiavelo, donde el hombre es un ser egoísta, ambicioso, desconfiado, etc. Es de la opinión de Hobbes que las masas son el mejor interlocutor posible, porque no solamente no pueden responder mediante a una argumentación racional, sino que, además, su profunda ignorancia general las hace muy maleables, manipulables, por ende, controlables. En un diálogo personalizado el interlocutor tiene la posibilidad de desmontar la argumentación del retórico. En cambio a las masas si se les puede controlar por medio de la palabra y la utilización de un lenguaje que apele a las emociones y a la irracionalidad típica de las masas. Aquí nos estamos moviendo dentro de la categoría política clásica conocida como la demagogia.
Yo no comparto esta visión porque considero que termina siendo, al final, la voluntad general quien manipula al demagogo. Es decir, el retórico dice lo que el pueblo quiere oír, y por ende es líder. No me voy a detener a desarrollar mi propia visión porque no es el lugar adecuado. Sin embargo hago la acotación.
Habiendo entendido mínimamente la noción de retórica en Hobbes, nos moveremos ahora a la noción de dialéctica, o mejor dicho, a la ausencia de dicha noción en el pensamiento del filósofo inglés. No podemos decir que la dialéctica es parte de la filosofía de Hobbes. No existe tal noción como método para alcanzar el saber. Debemos entender el contexto en el cual se encuentra Hobbes. La influencia del método cartesiano es evidente, y el desarrollo de las ciencias naturales representa el paradigma predominante del momento. De allí que Hobbes tuviera una pretensión de hacer de su filosofía política una ciencia. Su discurso en Leviatán comienza por las leyes de la óptica, y de allí al movimiento, y como partiendo de ideas físicas se puede necesariamente desarrollar una teoría política. Es decir, existe la fuerte intensión de plantear una teoría causal, es decir, natural de la política. El iusnaturalismo de Hobbes es el resultado de una visión fisicalista de la realidad social. Haberman lo desarrolla con toda lucidez cuando dice:
“La relación de teoría y praxis está determinada según el modelo de la mecánica clásica. El análisis científico de la conexión vital objetualizada como objeto natural nos instruye sobre las legalidades causales según las cuales se reproducen los Estados existentes; está menos interesado en la historia fáctica del surgimiento de determinadas instituciones, de lo que está en las presuposiciones generales bajo las cuales funciona la vida humana en común. Cabe entender la construcción iusnaturalista como una física universal de la socialización.”
Con esto quiero demostrar, no solo que el sistema filosófico de Hobbes para justificar la reproducción del Estado moderno, sino que, además, su demostración esta fundamentada en una racionalidad científica basada en leyes causales de la física. Es decir, la dialéctica no juega un papel, en parte porque la dialéctica es un método particularmente filosófico que no puede ser, fácilmente, extrapolado a las ciencias naturales o a la física; por lo menos como yo la he entendido a lo largo del curso. Queriendo Hobbes fundamentar su teoría con el peso de un método científico riguroso y bajo la influyente tradición cartesiana de su época, es difícil poder encontrar dialéctica del todo en su discurso.

Thaelman L. Urgelles
CI 17587921

Carelia dijo...

Link del tercer reporte. Carelia Campos
http://www.zshare.net/download/14320326d7c9306c/

Majo dijo...

En Hobbes, la Dialéctica puede remitirse como en sus comienzos en Platón, en donde también se le daba mucha importancia a la Retórica, ya que de allí nacen las teorías políticas, producto de un conflicto. Para la época de Hobbes los conflictos se daban entre la Monarquía y la Iglesia, el Parlamento y la Monarquía y finalmente entre el Ejército y la Monarquía.
Estos conflictos, muy propios de su época lo evocaron a preocuparse sobre como debía ser el estado y cual era la mejor manera de gobernar a las masas. Siendo el lenguaje el que nos permitiera aproximarnos a este Estado Ideal. Ya que si bien el lenguaje no solo nos hace y demuestra nuestra racionalidad, es también los que nos hace sociedad, seres humanos que conviven, y concreten en el Estado.
El lenguaje según Hobbes debe dejar constancia del conocimiento en sin, además debe servir de instrumento para comunicar dicha ciencia. Pero también el lenguaje nos hace humanos, y seres sociales, capaces de comunicar emociones e interactuar con los demás. El lenguaje también es acción es creación y producción, es por ello la importancia que Hobbes le da en el ámbito político, pues es el medio para mover a la masa a actuar, no solo para despertar pasiones y empatía, muy al estilo retórico, sino también para hacer y llevar las palabras a hechos.
Cuando el lenguaje es utilizado de forma inadecuada se da la Retórica, según Hobbes, que aparece como perversa y equivocada.
El discurso dialéctico para Hobbes solo se puede dar entre individuos es decir, entre sujetos, que utilicen de manera correcta el lenguaje, y se pueda discutir sobre conocimientos u opiniones propias de la experiencia de cada uno, en donde se pueda dar la refutación y argumentación (Elenchos) como diría Platón,
Pero también aclara Hobbes que la Dialéctica es imposible en la relación entre la masa u el político, pues no se da la refutación, no se discute, en ese momento solo se despiertan emociones en la masa, que sirvan al buen político a utilizar dicha motivación para hacer que actúen, o hagan algo en beneficio de un colectivo, en pro del Estado Ideal que nos plantea Hobbes.

Maria Jose Barazarte

Gustavo Adolfo Vera Salguero: dijo...

Entrega del tercer reporte.
La Dialéctica en el periodo moderno de la Filosofía.
Gustavo Adolfo Vera S.

Perdonen el retraso.

Se podría convenir que la lógica es el estudio de las inferencias o derivaciones válidas de enunciados, y que asimilándose al concepto de dialéctica adoptado por los filósofos medievales a través de los estoicos, esta deberá aplicarse en escenarios que impliquen correctas discusiones o valederos discursos. Vale decir, esfuerzos sinceros por hallar la verdad. La “retórica” que sería una suerte de arte o actividad, que se enmarcaría a su vez en el discurso o discursos que se dieran lugar; significando siempre, la persuasión, el convencimiento del otro, mediante supuestos argumentos, espejismos muchas veces de razones.

Esta actividad, ha de apoyarse, por su propósito, en el lenguaje; y hace de él, su morada. Con ello, el camino que ha de trazar en su andar tanto la lógica como la dialéctica, serán diferentes para un pensador como Hobbes. Uno el de la obtención de la verdad, el otro, el del convencimiento, ya con la verdad ya sin ella. Todo esto porque se establece una diferencia con respecto a la filosofía medieval entorno al tema. Los medievales asimilaban la dialéctica a la lógica, mientras Hobbes hace lo propio pero con la retórica. Con las consecuencias para dicho concepto que tal gira diera lugar. Por eso será, que el estudio, por así decirlo, dialéctico (de la retórica) que hiciera Hobbes, se centrará con ahínco en el lenguaje, como el lugar absoluto de todo argumento convincente.

Bernardo dijo...

En la modernidad, la noción de dialéctica es sustituida por la de retórica. Ya en la antigüedad, la línea de diferencia entre, la dialéctica y la retórica, parece muy fina y borrosa, y es que, ambas técnicas o saberes, utilizan al lenguaje como medio, y no tienen un objeto determinado de estudio. Aristóteles, de esta manera, concibe a la retórica, como la “antistrofa de la dialéctica”.
En la modernidad, es especialmente Hobbes, quien le da una importancia muy grande a la retórica, en cuanto medio indispensable de toda acción política, y por lo tanto, pieza constitutiva de todo estado. En este sentido, en el Leviatán, Hobbes, no se encarga de condenar a la retórica, por su naturaleza persuasiva y manipuladora, sino que trata de analizarla como una practica política necesaria, y que por lo tanto, no puede ser eliminada.
Bernardo Avalos.