Planificación de clases

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miércoles, 21 de mayo de 2008

Entrega del 1er. reporte: Dialéctica en el período antiguo

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8 comentarios:

Thaelman dijo...
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Thaelman dijo...

Platón y Aristóteles: Dialéctica entre Maestro y Aprendiz

¿Existe una dialéctica entre las definiciones de dialéctica desarrolladas por Platón y Aristóteles? ¿Es Aristóteles un expositor de la dialéctica de su maestro Platón, o más bien desarrolla un concepto más amplio? Sin duda alguna son preguntas para un trabajo de investigación mucho más amplio y minucioso, sin embargo aquí me dedicaré a exponer mi visión sobre lo que considero es una relación dialéctica entre el pensamiento de ambos filósofos en lo referente a la dialéctica. Procederé entonces con una breve exposición del concepto que ambos filósofos dan a la dialéctica; luego de ello trataré de establecer un vínculo entre ambos con el fin de descubrir si existe o no una relación dialéctica, o si debe ser considerada de otro modo.

Se dice que existen dos etapas de la dialéctica en Platón, ambas desarrolladas en los libros VI y VII de la República; y luego se descubre que el método dialéctico es aplicado en concreto en los diálogos el Sofista y el Político. Para poder comprender del todo la dialéctica en Platón, debemos remontarnos a su teoría de las formas. Ya desde antes de Sócrates los filósofos griegos se habían planteado el problema del universo como unidad o como multiplicidad; siendo, por ejemplo, Parménides defensor de la primera teoría, y Heráclito defensor de la segunda. Este debate del universo como unidad o multiplicidad no había quedado resuelto para los tiempos en que Platón vivió, y es por ello que busca dar cuenta con el problema y hallar una solución. Considero que esta solución de Platón se encuentra en su Teoría de las Formas o de las ideas; las ideas son la unidad de lo universal, lo absoluto; frente a la realidad material que es relativa, finita, perecedera, es lo múltiple. La esencia de la cosa es la idea que se tiene de ella; su existencia corpórea y material no es más que una representación sensible, circunstancial, de la idea de ella, que es universal.

El conocimiento se alcanza a través de la dialéctica, pero ese conocimiento que Platón considera como real son en sí las ideas. La reflexión sobre el mundo sensible se desarrolla en el campo de la doxa o de la imaginación. Para Platón el conocimiento más alto estaba en las ideas, no en la representación sensible. Es entonces la dialéctica el método como se alcanzan las ideas; sin embargo la idea más importante es la idea del bien; y el conocimiento más alto es el conocimiento de las virtudes, como dice en la República VI:
“De las cosas bellas o buenas decimos que son objeto de los sentidos y no del espíritu; y de las ideas de lo bello y de lo bueno en sí decimos que son objeto del espíritu y no de los sentidos.”
Estas expresiones de lo bello y de lo bueno no son más que formas de hablar de la virtud, y de lo referente a ella como idea unitaria, que son las demás virtudes, como la justicia, la templanza, la prudencia, etc.

Ahora bien, qué es la dialéctica para Platón como para que nos permita, entonces, alcanzar el conocimiento de las ideas de lo bello y de lo bueno: de la virtud. Existen dos momentos de la dialéctica en Platón: una que llamamos la ascendente, que se refiere a alcanzar el conocimiento de la virtud a través de la contemplación de la multiplicidad de objetos sensibles, e ir ascendiendo hasta alcanzar un conocimiento más unitaria, y finalmente aprehender la idea absoluta que se esta buscando. El segundo momento es llamado descendente, en el que se parte de la idea universal de virtud, y comienza un proceso de desglosamiento de la idea en sus distintas partes hasta alcanzar el plano de la representación y conocer sus expresiones en los objetos sensibles.

Podemos decir que la etapa ascendente se expresa en el libro VI de la República a través de la alegoría de la línea, en el que se parte de un inicio sensible, y se asciende en la escala del conocimiento hacia los objetos inteligibles, y se termina por alcanzar, en definitiva, el conocimiento sobre las virtudes. En el mismo texto la etapa descendente se ve a través de la alegoría del sol, en donde el astro celeste representa la virtud pura y altísima, de donde, a partir de sus rayos de iluminación, descienden hacia el filósofo el conocimiento de todas las virtudes. En fin, para Platón la dialéctica se divide en la República VI en dos
“La primera de las que no puede alcanzar el alma sino sirviéndose de los datos del mundo visible, (…) como de tantas otras imágenes, partiendo de ciertas hipótesis, no para remontarse al principio, sino para descender a las conclusiones más remotas; mientras que para obtener la segunda, va de la hipótesis hasta el principio independiente de toda hipótesis sin hacer ningún uso de las imágenes como el primer caso y procediendo únicamente mediante las ideas consideradas en sí mismas.”

Para Platón la dialéctica es el grado más alto del conocimiento; lo cual puede dar pie a que la dialéctica sea confundida entre ciencia y técnica; pero, en fin, la dialéctica platónica es un modo de abordar los problemas filosóficos, especialmente cuando se trata de descubrir el significado y la verdadera esencia de una cosa. En los diálogos el Sofista y el Político, Platón procede con sus método dialéctico de una manera concreta: en ambos casos para descubrir la verdadera esencia del objeto de estudio: la idea del sofista y la idea del político. En ambos casos procede del principio sensible más general posible, donde se puedan aglomerar la mayor cantidad de categorías pertinentes, para luego proceder a dividir en dos, excluyendo los elementos que no pertenecen al objeto de investigación y quedándose con la categoría que más se acerca a ese objeto. Luego esa categoría se divide en dos y se procede con la exclusión de una mitad y la admisión de la otra mitad de la misma manera. Esta progresión continúa por medio de la división en dos hasta alcanzar la idea del objeto de estudio. Así procede con el sofista y con el político, luego de una cadena de separaciones, hasta alcanzar la categoría buscada. Con una visión retrospectiva se puede ver, entonces, lo que el sofista o el político es en sí y lo que no es, pero también su relación con aquello que no es (las categorías que son apartadas, pero que por algunos momentos formaron parte de la categorías más generales).

Aquí podemos notar la condición dual de la dialéctica platónica, como podrá verse posteriormente en otros autores. En general la filosofía ha vista la dialéctica como una categoría que refleja una determinada relación de contradicción entre dos fuerzas opuestas. Sin embargo en Platón la relación no es de contradicción, sino de unión, en la que el proceso dialéctico consiste en la separación de esa unión para ir reduciendo la multiplicidad con el objetivo de alcanzar la unidad; o dividiendo la unidad general para, a través de la división de la multiplicidad, alcanzar la unidad atómica. Encontraremos la diferencia que existe con respecto a Aristóteles, donde la dialéctica es más que todo una relación de contradicción entre juicios tomados por reales, alcanzando una relación de unión en vez de contradicción a partir de los juicios plausibles.

Para Aristóteles la dialéctica es algo más amplio que lo que puede ser para Platón. Ya dijimos que para el maestro la dialéctica es un modo de alcanzar la verdad a través de un ejercicio reflexivo sobre una idea y su representación sensible; que es lo que hace en los diálogos el Sofista y el Político. En Aristóteles descubriremos una aproximación diferente pero relacionada con la de su maestro, que toma en cuenta los antecedentes y las reflexiones pasadas hechas sobre este tema; Aristóteles no se conforma con dar una definición unitaria, sino que busca en el pasado las primeras ideas que se tenían de la dialéctica y construye una historia del contexto; luego vamos a descubrir como esta aproximación contextualista a los conceptos es parte de la misma dialéctica Aristotélica. En el mismo orden de cosas es estagirita pone a Zenón de Elea como el primer filósofo que utilizó la dialéctica como un modo de hacer filosofía, para luego concederle su papel a los sofistas a través de sus afirmaciones sofísticas, y finalmente llegar a Platón, quien construyó una definición de dialéctica mucho más concreta. Esta consideración es importante para la propia definición aristotélica de la dialéctica.

En Tópicos hay un desarrollo completo de la dialéctica aristotélica, y lo primero que se muestra a nuestra atención es la relación contradictoria que este término posee, especialmente en las discusiones argumentativas. No la debemos confundir con la retórica que también está asociada con la construcción de argumentos en una discusión con un interlocutor, ya que la retórica busca convencer al interlocutor, la dialéctica busca hacerse con los argumentos del interlocutor y los propios para alcanzar una coherencia de discurso que permita asumir el resultado como una premisa verdadera. Es decir que a diferencia de los sofistas, Aristóteles se cuadra con su maestro en asumir que el objeto de la dialéctica es algún tipo de verdad, en Tópicos, I dice del método de la dialéctica que:
“Gracias al cual, si nosotros mismos sostenemos un enunciado no digamos nada que le sea contrario”
Es decir que consiste en la formulación de enunciados no refutables, lo que al menos quiere decir que guardan una coherencia lógica. Bien la diferencia que puede tener con Platón es que el método dialéctico en Aristóteles consiste en la argumentación y contra argumentación entre interlocutores que llegan a una conclusión; mientras que para el primero puede ser un método reflexivo que alcanza conclusiones a partir de un trabajo individual del filósofo. En Aristóteles la dialéctica necesita un opuesto que argumente en contra de una premisa, para ir mejorando esta premisa hasta que sea incuestionable; para Platón es un ejercicio de reflexión donde no tiene necesariamente que haber un interlocutor. Ambos coinciden en que la dialéctica es un método para alcanzar algún tipo de verdad, y divergen en la relación que permite el desarrollo de la dialéctica; siendo una relación reflexiva, y la otra conflictiva argumentativa.

Diré ahorita que la misma aproximación al concepto de dialéctica hecho por Aristóteles, es una aproximación dialéctica como es entendida por el mismo autor. ¿Por qué? Aristóteles parte de una dialéctica que consiste en un diálogo con un interlocutor, y veremos recurrente en su obra como el acude a éstos interlocutores pasados para someterlos a su estudio y reflexiones propias, a partir de las cuales llega a una conclusión. Cuando Aristóteles parte desde Zenón de Elea, transcurre por los sofistas y llega a Platón, el está esgrimiendo los argumentos de toda la filosofía anterior a él con respecto a la dialéctica; hace una historia de la dialéctica contra la que el se podrá batir, es decir, contra la cual podrá esgrimir sus propios argumentos contrarios, y así alcanzar la definición querida de la dialéctica, utilizando la dialéctica misma. Este método vamos a encontrarlo en Aristóteles en otras obras, como en Ética a Nicómaco, donde el estagirita, al proceder con un tema concreto, comienza por recordar al lector las ideas que se han desarrollado anteriormente sobre lo discutido, luego de los cual el autor procede a refutar y afirmar los que considera pertinente y alcanzar una conclusión definitiva. Estamos en presencia del método dialéctico de Aristóteles.

Sin embargo para comprender mejor de donde parte Aristóteles para exponer las ideas que antes se han tenido y hayan sido desarrolladas, debemos considerar la relación que existe entre éstos enunciados y su plausibilidad. Ya que lo plausible es lo que goza de cierto consenso, ya sea por mucho, por una mayoría o por todos, le da a un enunciado un carácter de legitimidad que ya en sí le otorga cierta validez para Aristóteles. Ahora bien, Aristóteles hace una división entre opiniones de la gente común o de la mayoría, y las opiniones esgrimidas por los filósofos. Cuando hace referencia a un tema en específico, son tomadas en cuenta las opiniones de los más sabios en esa materia, ya que se consideran sus razonamientos como más veraces, pero como dice en Tópicos, I:
“Un problema dialéctico es la consideración de una cuestión, tendente bien al deseo y al rechazo, bien a la verdad y al conocimiento […] acerca de la cual, o no se opina ni de una manera ni de otra, o la mayoría opina de manera contraria a los sabios, o los sabios de manera contraria a la mayoría, o bien cada uno de estos grupos tiene discrepancias en su seno.”
Ahora la plausibilidad consiste en que exista cierto consenso con respecto a un tema específico, y la relación que esto puede tener en el método de Aristóteles consiste en que, él parte de estos enunciados plausibles a los cuales va a aplicarles el método dialéctico, y así tomar de ellos lo razonable y desechar lo insostenible, para en definitiva alcanzar una conclusión.

Ahora bien, yo encuentro una semejanza entre ésta dialéctica utilizada por Aristóteles, y lo que Platón hace en gran parte de sus diálogos, especialmente en los de la juventud, en boca de Sócrates. Lo que Platón hace es precisamente desarrollar una conversación entre dos interlocutores, cada uno con una opinión contraria, y el diálogo se desarrolla a través de la argumentación y contra argumentación de cada actor, para luego alcanzar conclusiones. Los mismos diálogos de Platón tienen un carácter dialéctico; sin embargo los diálogos de la juventud tienden a concluir poco referente a lo tratado, ya que Sócrates finaliza buena parte de los diálogos asumiendo la ignorancia sobre el tema. Es una dialéctica utilizada, más bien, para refutar las afirmaciones hechas por su interlocutor, y demostrarle su ignorancia con respecto al tema. Especulando un poco, en parte, los mismos diálogos platónicos deben servir como ejemplo para Aristóteles en gran parte de su concepción de dialéctica.

Ahora recalquemos la diferencia entre ambas concepciones de dialéctica. Recordemos que la dualidad dialéctica en Platón se presenta no como una relación conflictiva, sino como una relación de unión, ya que consiste en encontrar la coincidencia entre dos objeto, para conocer qué es parte de un objeto, y que parte debe ser descartable. Por el contrario Aristóteles reafirma una concepción conflictiva de la dialéctica, donde los juicios verdadero, o al menos lógicos, se parten de los enunciados plausibles y luego un progresivo análisis de esos enunciados, a través de la contra argumentación, para descubrir la verdad detrás de esos enunciados y descartar lo contradictorio. En ambos autores se da la presencia de una dualidad, y la necesidad de dividir la verdad de lo falso. Es fundamental retomar que para ambos es un método, y que además, permite alcanzar una verdad, o al menos juicios no refutables, en comparación con los argumentos sofísticos, que no tienen por objeto la verdad, al no creer que tal cosa pueda ser alcanzada del todo. Recordemos que la filosofía de Platón y Aristóteles, ya desde su antecedente en Sócrates, busca refutar los enunciados sofísticos, que según ellos, solo han logrado confundir por medio de retórica bien urdida (como lo demuestra Platón en el dialogo el Sofista), y ocultar la posibilidad del conocimiento. Aristóteles puede no coincidir con su maestro en muchos temas, pero ambos tienen claro la posibilidad del conocimiento y su lucha intelectual contra los sofistas.

La diferencia nuevamente estriba en el idealismo platónico y el realismo aristotélico. La critica que el aprendiz pudo haber reiterado a su maestro: la necesidad de analizar y trabajar sobre las relaciones materiales que se presentan en el mundo sensible, por encima del trabajo reflexivo que hace Platón expresado en las creaciones ideales, en gran parte obra de una gran imaginación e ingenio, en la República y en las Leyes. El trabajo dialéctico de Platón es totalmente ideal, busca la esencia universal de las cosas, mientras que Aristóteles procura alcanzar esa verdad, pero siempre partiendo de enunciados que se relativizan, al darle importancia al “contexto histórico” de las opiniones que se tienen con respecto a un tema, opiniones que muchas de las veces son plausibles, pero que tienen contradicciones con otras opiniones, o en sí mismas. Si oponemos ambas concepciones de dialéctica encontraremos semejanzas y contradicciones: habiendo sin duda unión en algunos aspectos y contradicción en otros. El resultado final que se desarrolla en la filosofía griega posterior (por ejemplo en los estoicos), en parte influida por el pensamiento platónico aristotélico, puede verse como el resultado de una relación dialéctica entre las concepciones de ambos autores. Lo que queda claro, y ha permanecido como la concepción tradicional de dialéctica, es la relación de contradicción entre dos fuerzas; de alguna manera la filosofía posterior reivindicó la concepción aristotélica de la dialéctica por encima de la platónica.

Thaelman L. Urgelles
CI: V-17587921

Carelia dijo...

Resumen de Carelia Campos http://www.zshare.net/download/12753512cf98e58b/

Gustavo Adolfo Vera Salguero: dijo...

La dialéctica en Platón.

Dentro de lo que he logrado ver, y confesando que aún en esto no estoy muy claro, entiendo que la dialéctica para Platón es un método de investigación, destinado a la búsqueda de soluciones de asuntos planteados. En él, han de involucrarse dos o más personas y poner en práctica el método socrático de pregunta y respuesta. Así, el conocimiento ha de construirse con la ayuda de la discusión. En la dialéctica platónica se dan dos pasos, a saber: El primero que logra unificar lo múltiple mediante su factor común (universal) es decir, pasar del devenir al ser. Y se procede a dilucidar lo mejor posible (presumiblemente con un análisis) la definición de tal idea. El segundo, sería el método de la división, que estando en lo inteligible fractura de forma adecuada la idea obtenida, para aplicaciones en lo sensible mediante géneros.
Resumiendo al extremo, la forma de dividir a la idea la establece Platón en los términos siguientes: La idea en cuestión, ha de separarse en dos partes que se podrán denominar derecha e izquierda. Cada una de las cuales, han de incorporar nociones relacionadas con la idea central, mientras que guardaran cierta semejanza entre ellas. Esto es de por sí, un proceso sintético. Con lo cual, se aclara y enriquece o amplia la idea principal, puesto que voy obteniendo nociones nuevas en la división que se contrastan con la idea en cuestión, y que mediante su pertinencia se van descartando o afiliando. Entonces la dialéctica en Platón, es un movimiento intelectual grupal, que reviste un cierto proceder reglado, para arribar a conocimientos más acabados, adecuados y/o enriquecidos.

Bernardo dijo...

http://www.zshare.net/download/12755056142fd10a/

Majo dijo...

Para poder hablar de Dialéctica, a mi parecer, es necesario partir de la polémica entre Heráclito y Parménides. Como bien sabemos Parménides rechaza el cambio en el ser, pues éste es único, inmóvil, inmutable, infinito, etc. Fue él quien determino al ser como algo tan absoluto que podría decirse que lo limito a NO SER. Cuando Parménides nos dice que el “ser es y no puede dejar de ser”, nos habla claramente de que existen dos vías, la vía de la verdad y la vía de la opinión. En donde la verdad es que el SER es, mientras que la otra vía es la vía de la opinión, de las apariencia y del devenir, que es el NO SER, que no existe y no puede comprenderse por la razón. Se abren dos vertientes, el mundo inteligible, o de la razón y el mundo sensible, es necesario que para llegar al verdadero conocimiento se debe desechar ese conocimiento sensible, ilusorio, que se da en lo mutable, en el movimiento. Ocurre pues, que para Parménides negar la teoría Heraclitiana de que todo fluye y se mantiene en constante cambio, negar el movimiento lo llevo a afirmar solamente que el ser es, y mas nada, solo logro definirlo, determinarlo. Algo así como cuando se traza un circulo en un espacio, ese circulo es ese ser que tiene existencia, esta determinado por una línea ilusoria en dicho espacio, pero todo lo que esta fuera de ese circulo tiene también existencia, y es lo que determina el propio ser de ese circulo. Finalmente ¿que logro Parménides?, darle también existencia al NO SER. ¿Acaso no es necesario los opuestos para que se de realmente la Dialéctica? Aunque Parménides no fue el que definió el Principio de No Contradicción, sino que fue Platón, creo que fue el punto de partida para crear ya la polémica de los opuestos en la Historia de la Filosofía, que no es mas que la Dialéctica.

gloryyyyy dijo...

Acá voy a publicar nuevamente la entrega del primer informe que corresponde a mi persona y el de Ismael Silva que por error coloque en el link equivocado y no me habia dado cuenta. De todas formas para verificar la fecha de publicación la pueden ver en la seccion sobre "información sobre la dialéctica Aristotélica" y en la sección de "Estoicismo". gracias por su atención y disculpen la molestia.

Glorymar Hernandez
http://www.zshare.net/download/12695328b7f508f4

Ismael Silva
http://www.zshare.net/download/126961584dcf469f

Majo dijo...

Disculpen los inconvenientes, pero aun no entiendo esto. ahorita es que acabo de crear una cuenta asi que en el primer informe aparezco como "Marij", mi nombre es Maria Jose Barazarte, mi nuevo nick es "Majo"...